Los signos de exclamación (¡ !), también conocidos como signos de admiración,[1] se usan para indicar una expresión y para enfatizar algo. El signo con que se inicia la exclamación es "¡" y el signo con que se la termina es "!".
Este signo tiene la función de representar en la escritura la entonación exclamativa de un enunciado. En la pronunciación, los enunciados que van entre signos de exclamación tienen un tono final descendente, pero con un momento previo de ascenso brusco, en palabras como qué, cuán, cuánto, quién, cuándo...
En muchos idiomas, caso del inglés, se usa sólo el signo "!" al final de la exclamación. En castellano, por convención, debe usarse siempre el signo inicial "¡".[2]
Usos lingüísticos
- En interjecciones, en sintagmas interjectivos y en oraciones interjectivas. Las interjecciones pueden ser de varios tipos:
- Apelativas: ¡eh!, ¡pst!
- Expresivas: ¡oh!, ¡ay!
- Representativas: ¡paf!, ¡pum!
- Onomatopeyas: ¡guau!, ¡tuturutú!
- En oraciones exclamativas parciales o totales.
- Para indicar ironía o sorpresa (el signo de admiración de cierre se suele poner entre paréntesis).
- En retórica, la exclamación es, dentro de las figuras literarias, una de las figuras de diálogo. Consiste en expresar de forma intensa una emoción o un sentimiento; se acompaña de una determinada curva de entonación, diferente de la curva enunciativa. Es frecuente la aparición en su interior de vocativos y aparece signada con los signos de exclamación en la lengua escrita. Ejemplo: -¡Oh sorpresa! ; ¡Ah, cuánta mentira hay en esos argumentos!.
Indicaciones sobre la escritura de la exclamación
- Los signos de exclamación deben colocarse de forma obligatoria al comienzo y al final del enunciado correspondiente. Aunque en otras lenguas únicamente se coloca el signo de cierre, la entonación del español exige que sea necesario también el signo de apertura.[2]
- ¡Qué buen día hace!
- ¡Es increíble!
- ¡Enhorabuena!
- El signo de apertura de la exclamación lleva el punto suprascrito (arriba), mientras que el de cierre lo lleva suscrito (abajo). Tanto colocarlos al revés, como abrir y cerrar con el mismo signo es una falta de ortografía.
- Los signos de exclamación se escriben separados por un espacio de las palabras que los preceden y que van tras ellos, pero pegados a la primera y la última palabra del enunciado que enmarcan. Si lo que va detrás es un signo de puntuación, no se deja espacio.
- Los signos de apertura se deben colocar justo donde empieza la exclamación, aunque no coincida con el inicio del enunciado. En algunos casos, el enunciado enmarcado por los signos de exclamación puede aparecer intercalado en un enunciado mayor no exclamativo.
- Estaba estudiando tranquilamente y de repente, ¡zas!, alguien dio un portazo.
- Los vocativos y las construcciones u oraciones dependientes se escriben fuera de la exclamación. No obstante, si el vocativo o la secuencia subordinada aparecen al final y no al principio, estos quedan cubiertos por la entonación exclamativa y, por tanto, se incluyen dentro de los signos de exclamación.
- Que lo sepas, ¡no pienso hacerlo todo yo sola!
- ¡No pienso hacerlo todo yo sola, que lo sepas!
- Cuando se escriben seguidas varias exclamaciones, se pueden considerar como partes de un único enunciado o como oraciones independientes.
- ¡Qué desastre!, ¡cómo has sido capaz de algo así!, ¡debería darte vergüenza!
- ¡No me digas nada! ¡Te has portado fatal! ¡No quiero volver a saber nada de ti!
- Cuando la exclamación está compuesta por reduplicaciones, normalmente se coloca el signo de apertura antes de la primera y el de cierre después de la última.
- ¡Ja, ja, ja!
- En los textos literarios o muy expresivos está permitido utilizar dos o tres signos de exclamación al principio y al final del enunciado para dar mayor énfasis a la exclamación. Sin embargo, ese procedimiento no se debe extender a otros usos.
- ¡¡¡Al ladrón!!!
- ¡¡¡Qué sorpresa!!!
Enunciados que son a la vez interrogativos y exclamativos
Si la oración es exclamativa e interrogativa a la vez, se empieza con el signo de admiración y se cierra con el de interrogación, o viceversa.- ¡Acaso no tengo dos brazos para trabajar?
- ¿Pero qué haces!
- ¡¿Es que no me has escuchado?!
- ¡¿Pero qué haces?!
Usos especiales
- Los signos de exclamación se pueden utilizar escritos entre paréntesis para indicar duda, ironía, sorpresa, etc.
- Dice que esta noche no va a salir de fiesta (!).
Combinación de los signos de exclamación con otros signos de puntuación
- Detrás de los signos de exclamación no debe ponerse punto. El punto suscrito del signo de cierre hace las funciones de punto ortográfico en los casos en los que se colocaría si no apareciera la exclamación. En esos casos, la oración que aparece detrás debe escribirse con mayúscula.
- ¡Es que no me has escuchado!
- ¡¿Pero qué haces?!
- Detrás de la exclamación de cierre se pueden colocar coma, punto y coma, dos puntos y puntos suspensivos.
- Los puntos suspensivos deben ir antes de cerrar la exclamación si el sentido de la frase queda incompleto y después si el sentido queda completo.
- ¡Te voy a...!
- ¡Te voy a dar un abrazo!...
- Si coincide el signo de exclamación con el punto de una abreviatura, se respeta este en su lugar y se añade detrás el signo de exclamación.
¡Pero Sr.!
No hay comentarios:
Publicar un comentario